A inicios del mes de junio comenzaré en El Ombligo del Libro un Taller de Encuadernación Siria y lo que se sabe de Siria en las noticias es que es una nación que, desde el 2011, está sumida en una guerra civil que ha costado la vida de miles de sus habitantes. Esto no deja de ser un punto de partida peculiar cuando se trata de estudiar un aspecto de la historia de un pueblo: la historia material de sus libros.
El propósito de este taller es llevar a cabo un prototipo de encuadernación con las características que tuvo durante el período bizantino, características en su mayoría compartidas con la encuadernación griega, armenia y georgiana. El lector en México se preguntará quizás al igual que yo en su momento ¿Y dónde está Siria? ¿Sabemos algo más de Siria que no sea la guerra televisada? ¿Sus manuscritos y por tanto sus estilos de encuadernación tienen rasgos significativos que la hagan diferente a otras?.
Se pueden contestar muy rápido las primeras preguntas, la última no es tan fácil de asimilar cuando una guerra provoca que todas las posibles fuentes de información directa sobre los manuscritos sirios se encuentren inactivas; aunque de modo emergente se pueda recurrir a estudios especializados de colecciones resguardadas fuera de Siria. Existen otros factores que actúan como obstáculo en el estudio del primer estilo ligatorio sirio, el mas decisivo de carácter religioso, la Siria de hoy es principalmente musulmana y la Siria de inicios del primer milenio era cristiana, en Antioquía hoy turca, se funda la Iglesia Ortodoxa Siria y la Peshitta la traducción mas antigua de la Biblia, del siglo II d.C., fue solamente antecedida por los textos bíblicos originales en arameo y en griego.
Desde el 2009, año en que presenté el primer Programa Anual de Talleres al día de hoy he tenido la oportunidad de impartir temas que no habían sido tocados en ningún momento en nuestro país, entre estos la encuadernación griega, la encuadernación armenia o la islámica con filigrana en cuero, y se puede decir que, hoy por hoy, existe mas y mejor calidad en investigación en torno a la materialidad del libro, misma que permite avanzar con paso firme en la creación de prototipos con las características mas notables de cada estilo ligatorio.
Es innegable que esta programación de talleres se ve influida desde el principio, por factores económicos, en todos se espera un mínimo de personas interesadas en participar, requisito indispensable para hacer de El Ombligo del Libro un proyecto autosustentable que compense el tiempo invertido en reunir información que da solidez a la práctica; que compense el tiempo invertido en traducir estas investigaciones en forma didáctica para el alumno y finalmente, que compense las horas de taller en las que se manufactura la encuadernación en turno.
No obstante no es la primera vez que pienso que un tema no tendrá la suficiente respuesta, y en mas de una ocasión, durante estos siete años ininterrumpidos me he visto en la necesidad de cancelar un taller para sustituirlo, como se dice en el argot encuadernístico por uno mas «taquillero» y sin embargo, la encuadernación siria es de estos temas que no me importa mucho tener dos o tres alumnos si a cambio de esto se hace una justa valoración de una técnica ligatoria olvidada y de ella se obtienen ejemplares que de otro modo nos conformaríamos con admirar solamente a través de internet.
Rodrigo tu profesionalismo y compromiso apasionado por el arte ligatorio se abre y abrirá camino siempre. Has tenido que picar piedra, deconstruir, formar y a veces reeducar en el arte-oficio, y eres pionero en la socialización de conocimientos y saberes en torno a estilos históricos que eran territotio exclusivo de restauradores y conservadores academicistas. Gracias, gracias infinitas por tu insistencia ligatoria entre saber-conocer-formar-hacer!