Hagamos una chifla…

Esta entrada se debería de llamar Hagamos una chifla… o cuando menos arreglemos aquella chifla que nunca corta. Y bien asi está mejor porque a mas de un colega o alumno le he visto batallar con su herramienta al momento de desvirar la piel.

En este artículo veremos como hacer o como mejorar una chifla inglesa, ya que la francesa al tener un perfil curvo se afila tradicionalmente de otra manera, y ya en otro momento describiré un metodo poco conocido para un afilado perfecto de ese modelo.

Lo que necesitamos para fabricar nuestra chifla inglesa es:

1. Una solera de acero para herramienta (Cromo-Molibdeno-Vanadio) H-13 templado al aceite. En México pueden vistar Palme y en otros países el acero es clasificación estándar y tendrá la misma calidad. Las dimensiones aproximadas son: 1/2″ x .175″ x 12″.
2. Una rectificadora también conocida como amoladora o esmeriladora o bien pedirle a su afilador de confianza que haga parte del trabajo que aqui detallaremos.
3. Un vidrio grueso y una lija de esmeril (negra). Un balde con agua.
4. Una piedra litográfica o una buena piedra de asentar Arkansas de 4000 de granulometría.

Vamos a comenzar por marcar el angulo que necesitamos para nuestra chifla, que por lo general es de 45°, no mas ni menos angulo porque nos obliga a mover el brazo y operar de forma incomoda durante el desvirado.

En la imagen me encuentro desbastando un filo viejo. Durante este proceso utilicen el balde de agua para enfriar constantemente su pieza por dos buenos motivos: el primero para no quemarnos la mano ¡Obvio ya lo saben! y el segundo para evitar que nuestro acero pierda su temple en exceso.

Ya tenemos el angulo adecuado para dar formar el filo de nuestra chifla, este deberá ser lo mas recto posible, limpio y sin quemaduras. Evitar que el metal se queme es de suma importancia pues de lo contrario, al alcanzar una temperatura elevada el metal se vuelve quebradizo y lo vuelve inútil para tareas de corte.

Una esmeriladora posee dos tipos de rueda: una de grano grueso que llamaremos GG y otra de grano fino o GF.

El paso que sigue consiste en formar con GG un filo amplio con la esmeriladora, no olviden enfriar constantemente y verificar que el desgaste sea uniforme. Yo suelo utilizar la parte lateral de la rueda para asegurarle al filo una cara plana, cosa que los afiladores de oficio no pueden concebir pues usan solamente su parte frontal.

Pasen esta misma cara a GF y debasten todo el metal para conseguir el filo. Al ser una rueda mas fina provoca menor desgaste y mayor abrasión, en consecuencia mayor calor, por lo que deberán estar atentos a enfriar su pieza constantemente.

Con la misma parte plana de la esmeriladora, pero usando GF, pongan la cara opuesta al filo y busquen rectificar la chifla para que sea lo mas plana posible, esto será de gran ayuda porque al final de nuestro proceso daremos a mano un acabado espejo.

Ya tenemos el perfil de la chifla con el angulo, y la inclinación del filo adecuados, sin embargo, aunque hayan tenido la precaución de enfriar el metal durante el desbaste, es inevitable que se pierda una parte del templado, la chifla cortará, pero tendríamos que dar filo constantemente al tener un metal mas suave.

Por eso vamos a templar al aceite nuestra chifla:

• Colocamos el trabajo recién terminado en la estufa de gas y la dejamos aproximadamente 30 minutos a fuego intenso sin que la flama toque directamente el filo.
• Ponemos en un recipiente aceite de linaza que cubra al menos la mitad de la longitud total de la chifla.
• Tomamos la chifla con unas pinzas y rapidamente la introducimos al aceite de linaza. Dejamos que el aceite hierva y enfrie la chifla. Este proceso se llama templado y provoca que las particulas de metal formen una aleación de carbono que mantiene su forma y su cohesión.
• Con la lija de esmeril Fandelli 180 o similar, colocada sobre un vidrio plano (5mm) y un poco de agua, vamos a pulir el filo y la parte plana de nuestra chifla.
• Tras una hora de pulir con la lija de esmeril, paso a asentar el filo de la herramienta con un poco de agua y la piedra litográfica o la piedra de Arkansas, lo que pule aún mas las caras de la chifla.

Pondremos atención en los siguientes detalles:

1. Verificar que no haya quemaduras del esmerilado
2. Ni rebabas al borde del filo
3. Que las superficies estén planas y bien pulidas

La prueba final será intentar desvirar alguna pieza de cuero. Usen de preferencia una cabra (tafilete) que es mas dura, deberá cortar sin demasiado esfuerzo y de un solo intento.

Tenemos lista nuestra chifla, vemos en la imagen el templado y rectificado (derecha). En el futuro solo tendremos que asentar el filo de la herramienta con nuestra litográfica o de Arkansas para obtener el filo ideal.

Un consejo, no toquen con los dedos el filo de su chifla, ni en su caso el de antiguedades como: espadas, dagas o cualquier objeto de acero, pues la grasa que depositamos provoca un severo deterioro por oxidación.

Post Scriptum

Lo he mencionado pero insisto de nuevo en ello: Las piedras litográficas que usemos para desvirar nunca se deben llenar de aceite, aunque lo recomienden ángeles, serafines y todos los maestros encuadernadores del planeta, hacerlo inutiliza la piedra para hacer litografía, no es menos que un acto de egoísmo pensar que seremos eternos, y que la piedra no podría servir de nuevo a la estampa.

Se preguntarán en que diablos estoy pensando cuando recomiendo el uso de una piedra litográfica y bien, son escasas y caras, pero en el estado de Veracruz mi maestro Per Anderson encontró una veta de piedra caliza de las mismas características de la alemana, mismas que pueden adquirir en su sitio web.

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