Sin el privilegio de la vista mucha de la belleza de los libros, y la forma del libro en si, se nos escaparía irremediablemente; sería tan irrelevante que probablemente el hombre no hubiera sido capaz de inventarlo, pero hay otro sentido igual de importante, que subyace en el acto de encuadernar y es el tacto. A sus gestos le debemos casi siempre, y fuera de todo sentimentalismo, la correcta ejecución de la labor.
Con esta imagen quiero cerrar este mes de abril en el que celebramos al libro, y por supuesto, la gracia de que este blog siga vivo con este artículo número 400. Les envío a todos un cordial saludo.
Preciosa escultura
Me parece magnífica su web, me agradaría mucho me dijera donde hallar su email para poder contactar con usted pues el libro es una línea que me ocupa como investigadora.
Muchas gracias,
Desde La Habana, Cuba,
Carina Pino Santos