Misal encuadernado en terciopelo

Hace poco mas de dos años tuve en mis manos un misal español del siglo XIX. Infestado por piojos del libro, ambas tapas de madera fracturadas por la tensión que en su momento ejerció el cuero, alguna que otra galería causada por polilla y un intenso y viejo olor a humedad.

Y bien, de todo lo anterior lo que me llamó la atención fue una supuesta cabezada bordada que descansaba en el canto de cabeza, bordada a «chevrons» y con algunos restos de un hilo que la anclaba a la cofia. Dicho bordado sujetaba ademas una variedad de listones, señaladores ó registros de lectura.

¿Que clase de cabezada era esta? ¿Porque fue anclada a la cofia sabiendo que la tensión de los listones acabaría por desprenderla? Hasta ese momento ignoraba que se trataba de una «Pipe» como luego investigó mi amigo Alberto Chiaramonte.

Lo que en su momento nos hizo dudar a Alberto y a mi era que el cuerpo del libro carecía de cualquier indicio de una cabezada falsa o verdadera, ya que en ambos casos la sujeción de este elemento se hace sobre la lomera. Nos dimos entonces a la tarea de indagar lo mas posible sobre este accesorio libresco.

Las primeras hipótesis surgieron de inmediato:

a) Se trata de un trabajo de pasamanería o algún otro trenzado capaz de sujetar los registros de lectura para una mejor ubicación del texto. En el caso de los misales su uso es muy eficaz pues un oficio litúrgico se repite de forma constante a lo largo de un período (pascua, cuaresma, adviento).

b) Si algunos ejemplos habían sido anclados erróneamente a las cofias y otros permanecían libres, dicho elemento podía haber sido integrado con independencia a la encuadernación del libro.

Hace un mes en la librería de viejo «Bibliofilia» ubicada en la calle de Donceles, cuyas vitrinas repletas de encuadernaciones antiguas siempre me detengo a admirar, encontré en un rincón este otro misal encuadernado en terciopelo púrpura, como nunca sé que hacer, si mirar en conjunto o apreciar los detalles, noté que el misal tenía una «Pipe»; lleno de júbilo y con la debida licencia tomé algunas fotos, cuando las observé en la computadora noté que debajo de esta yacía una cabezada y su sobrecabezada.

Se confirmaron entonces las hipótesis:

a) El elemento en cuestión tiene por función anclar registros de lectura.

b) Es independiente en su origen y función a la cabezada.

c) Pueden ubicarse en el canto de cabeza o pie.

d) Los ejemplos encontrados que fueron unidos a la cofia muestran roturas o desprendimientos debido a la tensión que ejerce la apertura del libro.

Unos meses atrás tuvimos que bautizar este hallazgo, pues es un poco incomodo llamarle en francés «Pipe» asi que se le nombró «Porta-registros» hemos adelantado mucho con imagenes del mismo tema, pero este post servirá para dejar un precedente de nuestras indagatorias.

He podido encontrar también en la web «History of Science» una lista de los costos de producción de un misal del año 1382 escrito por Thevenin Langevin y preservado en la Biblioteca de el antiguo colegio de Dormans-Beauvais en Paris que entre otros gastos como la iluminación, encuadernación y manufactura de los broches menciona el costo de manufactura de un porta-registro.

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En la imagen se puede ver la cabezada y sobrecabezada bordada en blanco y azul anclada a las tapas de madera. Sobre esta se ve el porta-registros que descansa sobre el corte de cabeza.