El año pasado en el mes de febrero, un poco antes de que nos alcanzara la pandemia por Covid-19 fui a dar una vuelta al tianguis de la Lagunilla y ahi me encontré este libro de cuentas que estaba encuadernado al estilo Lyon con una cartera entera y tackets de pergamino, una labor muy bien hecha que apenas tenía algunas hojas manuscritas. De toda la encuadernación lo que mas llamó mi atención fue el tamaño de la cabezada pues tenía un grosor muy por encima de lo normal y aún asi armonizaba con el resto de elementos.

Me hubiera gustado mucho adquirirlo para la colección de libros de cuentas en los que tengo dos springbacks pero su costo salía de mi presupuesto, me conformo con las fotos y con ellas armar algún prototipo para el taller que impartiré de nuevo este año.