No recuerdo bien cuando comenzó mi fascinación por las encuadernaciones bordadas pero recuerdo con mucho entusiasmo las horas que pasaba mirando sobre todo los libros dos-á-dos que tiene la biblioteca británica y que son ejemplos cumbres de esta práctica para decorar un libro.
Yo hace unos meses terminé esta encuadernación pero tengo que decir que he tenido una fuerte influencia de mi pareja a quién le apasiona el bordado y por supuesto borda años luz mejor que yo, a ella mi agradecimiento por abrirme este y otros amorosos caminos.
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