«Hai excomunión reservada a su santidad contra qualesquiera personas que quitaren, distraxeren, o de otro qualquier modo, enagenaren algun libro, pergamino o papel de esta bibliotheca, sin que puedan ser absueltas, hasta que esta este perfectamente reintegrada»
Pasaba por el andador principal de lo que fuera en mi juventud la Biblioteca México, hoy convertida en un proyecto que hace culto al presidente mas ignorante que ha tenido este país, ahi me encontré con este pequeño azulejo con esta leyenda. Dejaba libre latrocinio a los ateos y tampoco dice nada sobre llevarse integro el documento en cuestión. Nadie, ni los bibliotecarios de antaño, podían ser perfectos…